Más del 60% de los jóvenes entre 15 y 29 años de edad son solteros,
quienes han elegido, por diversos motivos, mantenerse en ese estado.
Sin embargo, se puede constatar cómo aún en la sociedad se considera
-explícita o implícitamente- que las mujeres solteras son mujeres incompletas.
Las circunstancias que explican el fenómeno de mujeres solteras, consideradas incompletas por no tener pareja son diversas: la experiencia de sentirse “en falta”, “incompleta” o “defectuosa” no.
A pesar de los motivos, ya sea que nunca se haya casado o cualquier otra que la obligue a vivir sin pareja,
por un tiempo o para el resto de su vida, las demás mujeres, las
casadas (clase social mucho más privilegiada), les dirán a esas mujeres:
“podrás rehacer tu vida, te lo aseguro”, explica la psicóloga Rocío
Arocha.
En este sentido, cabe destacar que son las mismas mujeres quienes no saben valorar, o menosprecian, la vida de las mujeres solteras o bien un proyecto sin pareja. Son ellas las que miran con admiración a la primera de la escuela que tiene novio, a la que sí tiene pareja, a la popular, a la que se queda con el mejor partido.
Son las mujeres quienes, en la intimidad de sus vidas, sospechan que
sí no tienen pareja es porque poseen un terrible defecto. Esta sensación
se acentúa cuando no han desarrollado intereses profesionales, cuando
sus potencialidades están siendo explotadas, por lo que tienden a bajar
su autoestima y valor.
Por lo anterior, recomienda Arocha, es necesario que todas las
mujeres se den cuenta de que deben ser menos prejuiciosas, menos
discriminativas y menos juiciosas de aquellas mujeres solteras, sea decisión o circunstancias, por un tiempo o por toda la vida.
Hay un mérito en decidir elegir bien, en no involucrarse con una
persona destructiva sólo por evitar la crítica. Hay un mérito en
proteger a los hijos y no involucrarse con cualquiera, enfatiza la
especialista.
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