Hace solo unas horas, WikiLeaks filtraba el borrador secreto del nuevo acuerdo TPP,
el documento que firmarían 12 países sobre derechos de propiedad
intelectual del TLC Transpacífico, entre los que se incluyen Estados
Unidos, Canadá, Japón, México, Australia, Malasia, Chile, Singapur,
Perú, Vietnam, Nueva Zelanda y Baréin.
Llama la atención poderosamente la exclusión de China
de este acuerdo de libre comercio, teniendo en cuenta el
posicionamiento sobre temas relacionados con la propiedad intelectual y
en especial los acuerdos relativos al derecho de patentes.
En el documento de 95 páginas filtrado por WikiLeaks, se tocan asuntos relacionados con el copyright,
las patentes, diversos acuerdos comerciales y el diseño industrial,
temas que por otra parte ya recogía el Acuerdo sobre los ADPIC o Acuerdo TRIPS, documento redactado como anexo a la creación de la Organización Mundial del Comercio.
¿Por qué lanzar entonces este acuerdo TPP? ¿Son novedosos los temas que se plantean en los diferentes capítulos? Analizando el documento filtrado por WikiLeaks,
que presumiblemente se debatiría y aprobaría la próxima semana en una
cita cumbre en Salt Lake City (Estados Unidos), vemos los diferentes
posicionamientos de los países implicados en las negociaciones.
El documento filtrado por WikiLeaks sobre el borrador del acuerdo TPP
es verdaderamente relevante, puesto que toca aspectos relacionados con
la propiedad intelectual con respecto a los servicios de Internet, el acceso a medicamentos o las publicaciones, afectando directamente a los derechos individuales.
Como decíamos, llama la atención la ausencia de China, pero es que la
lectura del propio borrador no hace sino reafirmar que el acuerdo TPP
puede vulnerar de manera clara libertades de la ciudadanía, y supone un
posicionamiento muy claro a favor de los intereses comerciales de Estados Unidos.
Acuerdo TRIPS, ¿papel mojado?
El nuevo acuerdo TPP que pretende mantener una relaciones comerciales
diferentes de las planteadas por el marco internacional vigente podría
dejar algunos criterios del acuerdo TRIPS en papel
mojado. Por ejemplo, en el articulo QQ.A.6, que toca aspectos
relacionados con los derechos y obligaciones de cada país, México
sugiere aplicar el criterio jurídico mutatis mutandis con respecto al acuerdo TRIPS.
¿Qué significa esto? Obedecer el acuerdo TRIPS, donde se plantearon los criterios de patentabilidad,
debería hacerse "de manera análoga, pero haciendo los cambios
necesarios" (según el significado en latín de este principio). Supone
entonces que, con respecto a las patentes, los países firmantes del
acuerdo TPP podrían ir más allá de los criterios aprobados en el acuerdo
TRIPS.
Resulta significativo, por ejemplo, que cuando se habla de respetar
acuerdos multilaterales realizados por entidades como la Organización
Mundial de la Salud, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual
o la UNESCO, México y Estados Unidos se opongan directamente a esta
redacción. Se entiende que pesan más los intereses comerciales que los derechos y libertades de la ciudadanía.
En el artículo QQ.A.9, ante la propuesta de la mayoría de los países sobre limitar las prácticas que bloqueen la transferencia internacional de tecnología
o cualquiera actividad que vaya en contra de la libre competencia,
volvemos a encontrarnos con una oposición muy clara de Estados Unidos y
en este caso, Japón.
La defensa de los intereses comerciales, especialmente de EEUU, como
comentábamos al principio, se hace más evidente al llegar al apartado de
las patentes de medicamentos. En este caso, en el
acuerdo TPP se hace alusión en varias ocasiones a la extensión de la
duración de las patentes en función del tiempo que tarde en ser aprobada
para llegar al mercado.
Esta redacción, que favorece a una buena parte de las empresas, no tiene
en cuenta, sin embargo, los problemas que podría haber en el acceso,
por ejemplo, a medicamentos genéricos. Por este motivo,
reiteramos la perplejidad ante un documento que apunta claramente a los
intereses comerciales de algunos, haciendo caso omiso a los intereses
generales de la población.
¿Qué ocurre con los derechos digitales?
Otros medios chilenos han recogido la sorpresa ante el acuerdo TPP,
que favorece de manera muy marginal los intereses de países como Chile,
Perú o México, yendo a favor de potencias más grandes, como el propio
México o Japón.
Y es que el acuerdo TPP es en realidad una renegociación de otros acuerdos de libre comercio
ya suscritos, que pretende extender por ejemplo los plazos de
protección de publicaciones a 95, 100 y 120 años en casos específicos.
También se hace referencia a diversos criterios sobre la limitación de los ISP,
temas ya discutidos en acuerdos bilaterales específicos entre Chile y
Estados Unidos y que el nuevo acuerdo TPP podría convertir de nuevo en
papel mojado.
No hay duda de que en los tiempos que corren, donde el espionaje de la NSA
ha afectado muchos de los derechos individuales relacionados con la
intimidad, la privacidad en la red es un tema peliagudo. Pero si Estados
Unidos se defiende de los ataques hablando de su seguridad nacional, el
acuerdo TPP reafirma el ataque directo a la intimidad de los ciudadanos en pro de la propiedad intelectual, como recoge el artículo QQ.G.10.d.V.
Como vemos, el documento filtrado por WikiLeaks sobre el nuevo
acuerdo TPP vuelve a encender de nuevo las alarmas sobre cuáles son los
intereses principales a nivel político. Llama la atención que, en base a
este documento, negociado en el más absoluto secreto,
países como Chile, Perú o México cedan a las presiones de terceros
países. Queda claro que la ciudadanía, de nuevo, podría volver a salir
perdedora de este tipo de secretismos e intereses ocultos.
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