Las agresiones sexuales a
las que con excesiva frecuencia numerosas mujeres son sometidas en
India suponen, sin lugar a dudas, una de las principales lacras para el
país asiático. Un elevado porcentaje de las féminas hindúes son acosadas
y perseguidas de manera habitual sobre todo al caer la noche, cuando
son ciertamente escasas las mujeres que se atreven a salir solas de sus
domicilios.
Con este problema como
pretexto, en la Fábrica Estatal de Artillería se exhibe estos días como
novedad lo que consideran podría ayudar a atajar en cierto modo las agresiones a mujeres en el país. Se llama «Nirbheek»
y es una liviana pistola —la más pequeña de cuantas se producen en la
planta— concebida para ser ocultada en un diminuto bolso y manejarse con
facilidad. «Se trata de una pistola de seis tiros que se utiliza de
forma sencilla y que puede alcanzar un blanco a 15 metros con
precisión», explica el gerente de la fábrica a la BBC.
«Nirbheek», que en idioma
hindi significa «sin miedo» es un homenaje a «Nirbhaya», nombre con el
que los medios de comunicación apodaron a la joven estudiante de
fisioterapia violada por un grupo de personas durante casi una hora mientras
recibía una brutal paliza con una barra de hierro. El suceso, que
conmocionó al mundo entero, sacó a relucir los extremos problemas de
seguridad a los que las mujeres permanecen expuestas en el país asiático
y provocó la indignación ciudadana, que tras el suceso protestó
vivamente en demanda de mayores medidas de seguridad.
No obstante, la promoción
de «Nirbheek» como la primera pistola para mujeres no ha sido recibida
con entusiasmo en todos los ámbitos. Binalakshmi Nepram, de la Fundación
para el Control de Armas en India, considera que el revólver supone un
«insulto» hacia la mujer pues, en su opinión, el arma «no ayudará a incrementar la seguridad femenina»
y está lejos de ser «una solución a la violencia sexual». Para Nepram,
sacar un nuevo arma al mercado con la excusa de la protección femenina
deja patente que el Gobierno indio «no da prioridad a las mujeres, pues sólo pretende introducir armamento costoso en el país».
No apta para todos los bolsillos
Al ya encendido debate
sobre la necesidad o no de un arma de fuego para luchar contra la
violencia sexual en India se une, por si fuera poco, el hecho de que la
polémica pistola cuesta 12.000 rupias (unos 1.600 euros), lo que hace
prácticamente su adquisición por las clases más bajas del país.
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