“(Sobre ser una Barbie), ¿por qué no querría? Ella tiene la mejor vida;
todo lo que hace es ir de compras y ponerse linda, no tiene que
preocuparse de nada más”. Así explicó una mujer de california su -para
muchos incomprendida- obsesión con parecerse a la muñeca rubia.
Se llama Blondie Bennett (“Blondie” lo adoptó oficialmente hace un año y medio), y tiene 38 años y una inversión de más de 20 millones de pesos en las cinco operaciones a las que se ha sometido para agrandar su busto.
A eso se le suma lo que ha gastado en spray de bronceado, bótox y el relleno de su boca para que se vea, como ella misma se califica, como “una muñeca inflable”.
Blondie, actualmente cesante, consigue dinero para sus retoques de todos aquellos internautas que le pagan por ver fotos que la mujer se toma en atuendos de muñeca sexy. Y tan bien le ha ido, que incluso le alcanza para llevar su transformación a un siguiente nivel, con sesiones de hipnosis, por medio de las cuales, busca “sentirse tonta y confundida todo el tiempo", y así encajar más con el estereotipo de “la rubia tonta” con el que la muñeca ha luchado por décadas, según informó “The Mirror”.
El amor de Blondie por Barbie comenzó siendo ella una niña, y ya de adolescente, decidió decolorar su pelo y manejar un Corvette, tal como el que tiene la rubia de juguete. “Hace unos años me veía forzada a llevar una doble vida, pero decidí convertirme de una vez por todas en una Barbie, e ignorar todo lo que la gente decía sobre mí", aseguró la mujer.
Blondie explicó que en la actualidad lleva 20 sesiones de hipnosis que, al parecer, ya han mostrado sus frutos. “Hace poco fui a buscar a un amigo al aeropuerto y no podía recordar si tenía que ir a la parte de llegadas o de despegues. (Además) estuve perdida durante tres horas cuando intentaba llegar a la casa de mi mamá, la casa donde nací".
Se llama Blondie Bennett (“Blondie” lo adoptó oficialmente hace un año y medio), y tiene 38 años y una inversión de más de 20 millones de pesos en las cinco operaciones a las que se ha sometido para agrandar su busto.
A eso se le suma lo que ha gastado en spray de bronceado, bótox y el relleno de su boca para que se vea, como ella misma se califica, como “una muñeca inflable”.
Blondie, actualmente cesante, consigue dinero para sus retoques de todos aquellos internautas que le pagan por ver fotos que la mujer se toma en atuendos de muñeca sexy. Y tan bien le ha ido, que incluso le alcanza para llevar su transformación a un siguiente nivel, con sesiones de hipnosis, por medio de las cuales, busca “sentirse tonta y confundida todo el tiempo", y así encajar más con el estereotipo de “la rubia tonta” con el que la muñeca ha luchado por décadas, según informó “The Mirror”.
El amor de Blondie por Barbie comenzó siendo ella una niña, y ya de adolescente, decidió decolorar su pelo y manejar un Corvette, tal como el que tiene la rubia de juguete. “Hace unos años me veía forzada a llevar una doble vida, pero decidí convertirme de una vez por todas en una Barbie, e ignorar todo lo que la gente decía sobre mí", aseguró la mujer.
Blondie explicó que en la actualidad lleva 20 sesiones de hipnosis que, al parecer, ya han mostrado sus frutos. “Hace poco fui a buscar a un amigo al aeropuerto y no podía recordar si tenía que ir a la parte de llegadas o de despegues. (Además) estuve perdida durante tres horas cuando intentaba llegar a la casa de mi mamá, la casa donde nací".
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