Mucho estamos oyendo hablar en los últimos días de Telegram, la aplicación de mensajería instantánea creada por los hermanos Pavel y Nikolai Durov, fundadores también de VKontakte,
la red social más grande de Europa. Multiplataforma y con una
"seguridad inquebrantable" según sus desarrolladores, que incluso ofrecen una recompensa de 200.000 dólares para quien logre acceder a una conversación privada, lo cierto es que parece tener todas las armas para luchar cara a cara con WhatsApp. Pero, ¿es esto cierto?
En la práctica, puede parecer que no es más que una aplicación más de mensajería instantánea nacida como alternativa a WhatsApp , sin embargo, sus bondades empiezan a asomar desde su primer uso al descubrir que es un sistema basado en la nube (permitiendo el acceso a la aplicación desde diferentes dispositivos con un sólo número de teléfono registrado y guardar todo el contenido multimedia enviado sin límites) y de código abierto, donde los mensajes enviados a través de la aplicación están cifrados con AES 256 y RSA 2048 y el intercambio de claves se realiza a través de Diffie-Hellman.
Los mensajes enviados a través del sistema son cifrados y pueden destruirse automáticamente según desee el usuario. Telegram es gratuito, y además cuenta con la ventaja de no ofrecer publicidad.
Nikolai Durov, uno de los creadores de la aplicación, desarrolló un protocolo único para el tratamiento de datos, abierto y seguro, preparado para funcionar con múltiples centros de datos. Su código es abierto, por lo que aquel que lo desee puede acceder a él.
Lanzado a mediados del pasado año, es compatible con dispositivos con iOS 5 o superiores y Android 2.2 o superiores. Se espera que pronto lleguen las versiones oficiales de escritorio para Mac, Windows y Linux, ya que por el momento sólo existe un cliente no oficial de Telegram gracias a desarrolladores ajenos a la marca.
En la práctica, puede parecer que no es más que una aplicación más de mensajería instantánea nacida como alternativa a WhatsApp , sin embargo, sus bondades empiezan a asomar desde su primer uso al descubrir que es un sistema basado en la nube (permitiendo el acceso a la aplicación desde diferentes dispositivos con un sólo número de teléfono registrado y guardar todo el contenido multimedia enviado sin límites) y de código abierto, donde los mensajes enviados a través de la aplicación están cifrados con AES 256 y RSA 2048 y el intercambio de claves se realiza a través de Diffie-Hellman.
Los mensajes enviados a través del sistema son cifrados y pueden destruirse automáticamente según desee el usuario. Telegram es gratuito, y además cuenta con la ventaja de no ofrecer publicidad.
Nikolai Durov, uno de los creadores de la aplicación, desarrolló un protocolo único para el tratamiento de datos, abierto y seguro, preparado para funcionar con múltiples centros de datos. Su código es abierto, por lo que aquel que lo desee puede acceder a él.
Lanzado a mediados del pasado año, es compatible con dispositivos con iOS 5 o superiores y Android 2.2 o superiores. Se espera que pronto lleguen las versiones oficiales de escritorio para Mac, Windows y Linux, ya que por el momento sólo existe un cliente no oficial de Telegram gracias a desarrolladores ajenos a la marca.
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