lunes, 24 de febrero de 2014

PASOS PARA UNA RENUNCIA MADURA

PIÉNSALO BIEN
En primer lugar, evalúa los motivos que te impulsan a renunciar.
Si ha sido una discusión o conflicto no tomes la decisión con la cabeza caliente, reflexiona bien o podrías terminar arrepentido.

SÉ DISCRETO Y HONESTO
Aunque la situación es de por sí incómoda, evita en lo posible fomentar chismes y rumores. Es mejor que se entere primero el jefe y luego tus compañeros, y que sepan la razón de tu renuncia: si has encontrado otro empleo, si planeas abrir tu propio negocio, si tomarás un año sabático. Decir la verdad puede ayudarte a mantener una puerta abierta o la disposición para una recomendación.

NO TE CREES ENEMISTADES INNECESARIAS
Aunque no sea tan cierto, agradécele a tu jefe por toda su ayuda y procede de manera similar con tus compañeros. El mundo da muchas vueltas y nunca se sabe si podrás necesitar de ellos en un futuro.

NO DEJES NADA PENDIENTE
Si dejas tareas sin terminar solo harás que te recuerden como una persona irresponsable. Debes salir de la empresa con las mismas buenas referencias con las que entraste. Facilita las cosas a quien te va a reemplazar y deja una lista de tus contactos e información de interés. Comunica a tus clientes y/o proveedores que dejarás la empresa y que otra persona se hará cargo. Estas medidas no solo son pura cortesía, sino que te califican como un auténtico profesional.

CONSERVA EL CONTROL
Si el motivo de tu renuncia es el mal ambiente laboral o los pésimos tratos de tus superiores es muy importante que apeles a tu inteligencia emocional mientras permanezcas en el trabajo. Evita en lo posible hablar mal de la empresa aunque ya hayas dejado de pertenecer a ella. Si no llenó tus expectativas bastará decir que tienes nuevas metas profesionales.

CONSIDERA LAS CONTRAOFERTAS
Puede ocurrir que seas tan imprescindible para la empresa que se animen a ofrecerte algo mejor. No te niegues a la primera y valora todas tus opciones.

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