El diario ABC nos sorprende esta mañana con el siguiente titular “Los
científicos están convencidos de que una serie de microorganismos
hallados en la estratosfera, a 27 km de altura, no pueden proceder de
nuestro planeta” y además nos muestran fotos del primer “extraterrestre” oficial para la ciencia
Hace unos meses se impulsó un globo sonda a nuestra atmósfera, a unos
27 kilómetros de altura, para estudiar y entender mejor lo que ocurre
ahí arriba ya que, es lla antesala de nuestro planeta con otros mundos.
Fueron los científicos de la universidad británica de Sheffield los que
alarmaron a toda la comunidad científica por su descubrimiento, habían
encontrado unos organismos que no correspondían con la vida terrestre,
alegando que necesariamente provenían del espacio. Los resultados
pueden verse en la célebre revista Journal Cosmology
El Departamento de Biología Molecular y Biotecnología de la
universidad relaciona estos extraños organismos con la lluvia de las
perseidas, ya que estaban en el punto máximo de la fabulosa lluvia de
estrellas. Milton Wainwright de dicho departamento está convencido de
ell
“La mayoría de las personas sostendrá que estas partículas biológicas deben, por fuerza, haberse desplazado a la estratosfera desde la Tierra, pero es sabido que una partícula del tamaño de las que hemos encontrado no puede elevarse desde la Tierra hasta alturas, por ejemplo, de 27 km. La única excepción podría deberse a una violenta erupción volcánica (que empujara a esas partículas hacia arriba), pero nada de eso ha sucedido durante los tres años en que hemos estado recogiendo muestras”.
“En ausencia de un mecanismo capaz de explicar cómo estas partículas pueden ser transportadas desde aquí hasta la estratosfera –continúa el investigador- lo único que podemos hacer es concluir que esas entidades biológicas se originaron en el espacio. Por lo tanto, nuestras conclusiones son que la vida está llegando continuamente a la Tierra desde el espacio, que la vida no está restringida solo a nuestro planeta y que es prácticamente seguro que no se originó aquí”.
Lo más impactante de este descubrimiento es que, de ser cierto que la
vida se dispersa por el espacio y acaba en distintos mundos (Teoría de
la panspermia, deberían reescribirse los libros de historia, la teoría
de la evolución y la biología en la tierra, ya que estaríamos sujetos a
“lo que viniera de arriba” para desarrollarnos con el tiempo.
El globo en cuestión que ha descubierto todo esto fue diseñado por
Alex Baker y Chris Rose, con finalidades para la Tribiología en el
centro Leonardo de la universidad de Sheffield. El globo empezó a
recoger las muestras usando filamentos microscópicos solo a una altura
de 22-27 kilómetros, algo importante que nos descartaría organismos que
fueron elevados desde la tierra
Al analizar los resultados, los investigadores descubrieron con
sorpresa que esos pequeños filamentos habían capturado lo que parecían
ser fragmentos de diatomea y todo un abanico de otros entes biológicos
en la estratosfera. Todos ellos, además, demasiado grandes como para
haber llegado allí desde la Tierra. Por lo tanto garantizan que la
contaminación de organismos terrestres fuera el causante de estos
descubrimientos y que necesariamente proceden de nuestra estratosfera
“Por supuesto –asegura Wainwright- se podría argumentar que existe , aunque aún sea desconocido, un mecanismo capaz de transferir microorganismos tan grandes desde la Tierra a la estratosfera,pero lo más plausible son nuestras conclusiones. Sin embargo, la prueba definitiva llegará con un próximo experimento, absolutamente crucial, llamado “fraccionamiento isotópico”. Entonces tomaremos algunas de las muestras que hemos aislado, procedentes de la estratosfera, las introduciremos en una máquina y apretaremos un botón. Si el porcentaje de ciertos isótopos arroja un determinado número, entonces los microorganismos proceden de la Tierra. Si el número es otro, entonces proceden del espacio. Obviamente, la tensión que tenemos es tal que resulta casi imposible vivir con ella”.
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