"Nosotros no desarrollamos este medicamento para el mercado
indio, lo hemos desarrollado para los pacientes occidentales que pueden
pagarlos". Estas fueron las declaraciones del consejero delegado de la farmacéutica alemana Bayer, Marijn Dekkers, que han provocado indignación mundial.
Los
medicamentos a los que se refiere Marijn Dekkers son tratamientos
contra el cáncer, VIH y la diabetes. En el sector farmacéutico -desde
hace un tiempo- existe una polémica por las nuevas licencias que
la India está aplicando sobre la propiedad de las patentes y que
beneficiará a las empresas locales para que fabriquen medicamentos
genéricos más baratos y, por tanto, más asequibles para la población.
“En
nuestro caso, el gobierno indio nos dijo: su patente para este
tratamiento de cáncer de hígado y riñón es válida, pero cuesta
demasiado. Por eso tienen que firmar una licencia a una
compañía de genéricos en India, que lo va a fabricar y a vender. Bajo
ese precio tendríamos el 6% de las ganancias”, manifestó Marijn Dekkers.
A
pesar de que la farmacéutica sea propietaria de las patentes, por
decisión de algunos gobiernos y para no quedarse sin ‘clientes’, Bayer se ha visto en la obligación de autorizar la fabricación del producto genérico porque -en el caso indio- “no
hay suficiente acceso a él para los indios pobres (…) No sé si han
estado en la India, pero hay muchos pobres, obviamente, y los hospitales
no están cerca de donde ellos viven”.
Para Dekkers la presión a las grandes farmacéuticas para que bajen los precios no ha funcionado. “¿esto va a tener un gran impacto sobre nuestro modelo de negocios? No”, precisó el consejero argumentando su respuesta en que “nosotros
no desarrollamos esos fármacos para el mercado indio, seamos honestos,
los desarrollamos para los pacientes occidentales que lo pueden comprar.
Es un producto caro”.
Sin embargo, señaló
que el único riesgo que tiene esta situación para Bayer es que ahora
estas compañías indias vendan estos productos en Sudáfrica y Nueva
Zelanda. “Nunca sabes cómo se va a extender todo esto. Y
eso puede poner en riesgo todo el sistema de patentes de la industria
farmacéutica”.
Las declaraciones –para algunos honestas y
para otros desobligantes- se dieron durante un foro de la industria
farmacéutica celebrado el pasado 3 de diciembre en Londres, pero
recogidas en la reciente edición de la revista Bloomberg Business Week. “La franqueza de Dekkers resume las verdaderas intenciones de la industria farmacéutica multinacional. Bayer está admitiendo que los fármacos que desarrollan van a ser deliberadamente repartidos entre sus pacientes más ricos",
afirmó –al conocer las afirmaciones- el director de la Campaña de
Acceso a los Medicamentos (CAME) de Médicos Sin Fronteras, Manica
Balasegaram.
La primera empresa en haber conseguido una de estas
licencias –según reseña El Mundo de España- fue Natco Pharma con la que
desarrolló el genérico Nexavar (sorafenib), un anticancerígeno
desarrollado por Bayer que pasó a costar en su versión genérica un 97% menos que el original. La farmacéutica alemana decidió denunciar el caso y ahora se encuentra en manos del Tribunal Superior de Justicia de Bombay.