Los dispositivos de Samsung de alta gama, al igual que los de Apple (y otras marcas) tienen un coste aproximado del 25% del precio de venta final
Si hace unas semanas descubríamos que cada iPhone 6 le viene costando unos 177 euros a Apple
y lo vende por 699€, hoy conocemos que su más directo enemigo, Samsung,
tampoco se queda atrás. Su dispositivo estrella, el phablet Galaxy Note 4 tiene un coste de unos 200 euros y los coreanos multiplican casi por 4 para poner el precio de venta al público, hasta los 749€.
El desmontaje llevado a cabo por Teardown
y el posterior análisis de los diversos componentes del Samsung Galaxy
Note 4 -incluyendo su coste de adquisión y montaje- da como resultado un
coste de 260,5 dólares lo que viene siendo unos 200 euros al cambio.
Eso sí, los componentes a precio mayorista y su ensamblaje en cadena de
producción en china.
Los componentes más caros para Samsung son la pantalla de 5,7″ de 66,5 $, el procesador de 40,5 $ o la cámara de 25,5 $.
El precio final incluye el montaje y comprobación del equipo. Sin
embargo, aunque pueda parecer que Samsung se forra multiplicando por
cuatro el precio de venta, hay que tener en cuenta una buena cantidad de
costes no incluidos en este análisis y que están asociados a todos los
dispositivos. El coste del desarrollo I+D, el pago de patentes, el
diseño, su distribución y sobre todo la siempre elevada partida de
publicidad, pueden subir notablemente los costes.
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