Primera mentira MLM: Las posibilidades para generar grandes
ingresos en un negocio multinivel son muchísimo mayores que con
cualquier otro negocio convencional.
La realidad es que las probabilidades para perder toda
la inversión realizada en un negocio multinivel superan el 99%. Una
propuesta multinivel es una propuesta para realizar una inversión sin
beneficios ya que menos del 1% de distribuidores llegan a ganar algo en
un modelo de negocio basado en este sistema.
Hablar de generar grandes ingresos e independizarse económicamente
gracias a un negocio mlm es retroceder más de veinte años en el tiempo y
no adelantarse veinte años al futuro.
Segunda mentira MLM: El network marketing es la forma más
efectiva de comercializar un producto. Los clientes confían más en las
recomendaciones de un amigo que en las de un desconocido.
La venta del ‘boca a boca’ forma parte del pasado alejándose
abismalmente de la nueva ola del futuro que predican sus distribuidores.
Vender directamente a familiares y amigos limita mucho el campo de
elección de éstos y les obliga a cambiar drásticamente sus hábitos a la
hora de realizar sus compras.
La realidad es que los sistemas multinivel dependen de la venta de la
oportunidad de negocio en lugar de la venta del producto para poder
convertir posteriormente a esos distribuidores en autoconsumidores,
objetivo identificado como un esquema piramidal.
Tercera mentira MLM: El éxito de los sistemas multinivel está
garantizado ya que las formas de negocio que conocemos quedarán
obsoletas muy pronto.
Según Bill Gates, los negocios convencionales quedarán obsoletos por
el efecto de Internet y nunca por el efecto multinivel. En Internet, un
negocio puede realizar miles de ventas diarias mientras que, por la
filosofía y política mlm, esto nunca será posible por la necesidad del
contacto físico con cada cliente o distribuidor, con su correspondiente y
complicado cierre personal de la venta.
La venta multinivel ralentiza exageradamente el tiempo mínimo para
triunfar en cualquier negocio y aumenta el número de fracasos entre las
comunidades de emprendedores que se alejan de las verdaderas
oportunidades de negocio actuales.
Cuarta mentira MLM: Los negocios multinivel son una forma
diferente de entender la vida. La motivación y el estado anímico de
cualquier distribuidor mlm es muy superior al de cualquier emprendedor
ajeno a este sistema.
La motivación que cualquier distribuidor experimenta no es muy
diferente a la que cualquier persona en este planeta tiene ante el lujo y
el dinero en grandes cantidades. Todos los negocios multinivel apelan a
la independencia financiera como medio para conseguir la felicidad y
apartan completamente la necesidad de potenciar las virtudes y
habilidades reales de cada persona como profesional.
Los principales eventos formativos de estos modelos de negocio están
enfocados únicamente en la motivación y autosuperación personal para
conseguir un estado de felicidad óptimo. En el lado opuesto, las mayores
empresas de este mundo apuestan por la formación profesional de sus
empleados y directivos en lugar de apostar mayoritariamente por la
formación motivacional.
Quinta mentira MLM: El multinivel es un movimiento espiritual
y una gran familia en la que todos se apoyan y se respaldan. Muchos
pocos y pocos muchos es la forma de cambiar el mundo.
Aquellos que enfocan sus creencias en los bienes materiales y en la
abundancia económica están contaminando enormemente las verdaderas
creencias espirituales y religiosas que unen a las personas. No es una
filosofía constructiva sino destructiva.
Realizar preguntas comprometidas en una familia multinivel se
identifica como una traición a su religión y estado de felicidad
celestial, siendo censurado quien ose formularlas. No hacerlas es
traicionarse a uno mismo, y decidir abandonar el negocio en cuestión es
tachado de fracaso e incapacidad para perseguir un sueño.
Sexta mentira MLM: Conseguir el éxito económico en un negocio
multinivel sólo es cuestión de constancia. Todos tus amigos y conocidos
serán tus clientes de por vida y tu negocio crecerá exponencialmente.
La comercialización de productos basada en la venta a familiares y
amigos es el elemento destructivo que predomina en la personalidad de un
emprendedor. Las personas no son gratas a las presiones a la hora de
decidir realizar una compra.
Intentar basar un negocio en la venta directa a personas cercanas a
tu entorno condiciona las realiciones sociales con un círculo de
amistades. En algunos casos ha llegado a destruir familias y a provocar
el distanciamiento entre amigos y conocidos.
Séptima mentira MLM: Un negocio multinivel puede realizarse a
tiempo parcial o en los ratos libres. Dedicarle sólo unas pocas horas
semanales provocará una considerable fuente de ingresos a corto-medio
plazo.
La realidad es que un negocio multinivel requiere un exagerado
derroche de tiempo y esfuerzo para comenzar a ver algún ingreso, así
como una serie de habilidades y capacidades innecesarias en cualquier
otro modelo de negocio con más garantías.
La persistencia con la que hay que trabajar un multinivel convierte a
cualquier emprendedor en vendedor durante venticuatro horas diarias.
Cualquier persona pasa a convertirse en un cliente potencial y cualquier
oportunidad es buena para poder vender. La transformación de la
personalidad que sufre un distribuidor multinivel provoca interminables
discusiones entre él y el mundo, y la dedicación que requiere consume
las ilusiones de demasiados emprendedores que persiguen el éxito.
Octava mentira MLM: Los sistemas multinivel se preocupan del
optimismo de las personas, del crecimiento empresarial, del desarrollo
espiritual y de la libertad personal y financiera de cada persona.
La distorsión de la realidad generada por los sistemas multinivel es
tal que cada distribuidor termina convencido de poseer su propio negocio
y un gran equipo humano que velará por su crecimiento. Estudios
realizados confirman que las empresas multinivel centran sus técnicas de
marketing en la explotación de la desesperación de las personas.
Los multiniveles son presentados a su mercado potencial como la
solución a los problemas de cualquier persona. Todo el mundo desea o
necesita dinero y dicha necesidad y deseo son fuentes de ingresos
inagotables para el verdadero dueño del negocio y propietario de la
empresa multinivel.
Novena mentira MLM: Un negocio multinivel es la mejor
oportunidad de ser tu propio jefe y dejar de ser empleado. Conseguir la
independencia económica es una realidad al alcance de cualquiera.
Ser distribuidor multinivel y poseer una licencia de distribución se
aleja mucho de poseer un negocio propio. Más bien es una ilusión
generada por expertos en network marketing para potenciar el crecimiento
de sus fuentes de ingresos con los ahorros de emprendedores que creen
ser empresarios.
La participación mlm obliga a la duplicación en red para la empresa y
no para el individuo. Cualquier distribuidor que pierda su licencia o
abandone el negocio perderá todos sus clientes y pasarán a formar parte
del verdadero propietario. Los clientes son la base financiera de un
negocio y, en un sistema multinivel, no se tiene ningún control sobre
ellos.
Décima mentira MLM: El marketing multinivel es un sistema
totalmente legal y no se parece en absoluto a los sistemas piramidales
ilegales. Los multiniveles comercializan productos y las pirámides
comercializan personas.
El simple hecho de disponer de un producto para comercializar no
excluye a un negocio multinivel de practicar un sistema piramidal. La
mayoría de multiniveles buscan cualquier producto como excusa para
generar grandes ingresos por la captación de nuevos distribuidores.
El multinivel sólamente es legal bajo unas estrictas condiciones.
Demasiadas empresas y distribuidores violan las leyes multinivel por el
simple hecho de no ser perseguidas. Al menos más del 70% de las ventas
de una empresa multinivel debe proceder de los clientes finales y no de
los distribuidores para poder ser legal. Esta ley es violada
indiscriminadamente por una mayoría abrumadora de empresas mlm que
centran sus esfuerzos en el reclutamiento de distribuidores.