viernes, 2 de enero de 2015

Los mejores 'smartphones' chinos del pasado 2014

ONEPLUS ONE

Aunque lleva ya meses en el mercado, el estreno de OnePlus no ha podido resultar más espectacular. El One es un teléfono bueno, bonito, y barato. Fue de los primeros en salir de fábrica con 3 GB de memoria RAM y un procesador Qualcomm Snapdragon 801 de cuatro núcleos a 2,5 Ghz.
La pantalla de 5,5 pulgadas FHD se antojaba grande hasta que Apple lanzó su iPhone 6 Plus e hizo de ese tamaño el estándar. Tanto la calidad de la cámara Sony como de los altavoces es soberbia, el sistema operativo Cyanogen resulta fluido e intuitivo, y el diseño es a la vez diferente y de una discreción elegante. El acabado de la carcasa "arenisca negra" es, sin duda, espectacular.
Y todo por 299 euros en la versión de 64 GB. un importe que le otorga, de lejos, la mejor relación calidad/precio. El único problema es que su éxito provoca frustración entre quienes quieren adquirirlo. La empresa no da abasto con la producción y sólo ahora, seis meses después de su lanzamiento, ha desechado el sistema de invitaciones que utilizaba fuera de China para introducir el de reservas.

 

XIAOMI 4

Es la gran estrella del año. El Xiaomi 4 tiliza el mismo procesador que el OnePlus One, también cuenta con 3 GB de memoria RAM y disfruta de una ventaja muy importante sobre sus competidores: utiliza la última versión -6- de MIUI, su propio sistema operativo -basado en Android- que logra un funcionamiento excepcionalmente fluido del teléfono.
Además, cuenta con una espectacular cámara anterior -la de los selfie- dotada de un gran angular que lo capta todo y un potente sensor de 8 megapíxeles que proporciona una calidad excelente.
“Quiero que todo el mundo utilice buenos productos tecnológicos chinos. Tenemos que concentrar nuestros recursos para fabricar menos cosas pero que sean de mayor calidad”, sentenció durante la presentación del terminal Lei Jun, consejero delegado de la marca que ha desbancado a Samsung en China y que quiere vender 100 millones de aparatos en 2015. El diseño del Mi4, aunque excesivamente parecido al iPhone 5, es robusto y saca partido al aluminio que se ha utilizado en el cuerpo. Todo un lujo para un teléfono que cuesta sólo 1.999 yuanes (240 euros).

 

MEIZU MX4

A la espera de que se presente a mediados de noviembre la versión Pro del último terminal de la poco conocida Meizu, el MX4 se antoja un aparato muy potente con puntos fuertes tan sólidos como el de su cámara posterior, equipada con un impresionante sensor de 20 megapíxeles y capacidad para grabar vídeos en calidad 4K que, además, se pueden guardar tranquilamente en la nube de la marca, en la que el usuario cuenta con nada menos que 40 terabytes de almacenamiento gratuito.
Además, está equipado con cuatro sistemas de posicionamiento global -GPS, Glonass, Beidou y QZSS- que garantizan una ubicación exacta en cualquier punto del globo. Como sucede con el Xiaomi 4, el cuerpo del aparato es de metal y los plásticos de las carcasas son de alta calidad.
La única pega -si es que se puede llamar así-, es que utiliza un procesador Mediatek. Eso sí, de ocho núcleos a 2,2 Ghz y 1,7Ghz. Y lo mejor es que quienes no quieran gastarse los 1.799 yuanes (220 euros) que cuesta la versión de 16 GB pueden aprovechar la oferta que ha lanzado Meizu para adquirir el modelo anterior, el sólido MX3, por sólo 1.299 yuanes (160 euros). Una ganga.

 

VIVO X-SHOT

Vivo es una de las marcas que más está creciendo en China, y lo hace gracias a la gama de productos sólidos y sencillos que corona el X-Shot, un potente aparato equipado con el procesador Qualcomm que también incorporan el OnePlus One y el Xiaomi 4 y 3 GB de memoria RAM. Además de sus 32 GB de memoria interna permite añadir capacidad mediante tarjetas micro SD hasta 128 GB.
Pero su punto más fuerte está en las cámaras. Tanto en la posterior, que viene equipada con una lente muy luminosa -f 1.8-, estabilizador de imagen, flash en dos tonos, y un sensor de 13 megapíxeles, como en la anterior, que también es de gran calidad -f 2.2- y cuenta con el atractivo añadido de un flash LED y 8 megapíxeles de resolución.
Eso sí, la principal diferencia con el resto de contrincantes está en el precio. La versión básica ya cuesta 2.698 yuanes (340 euros) y la premium se va a los 3.198 yuanes (400 euros).

 

ZTE NUBIA X6/Z7

Vale, el Nubia X6 hay que agarrarlo con ambas manos y un pie. Su pantalla de 6,44 pulgadas está ya más cerca de la tableta que del teléfono, pero no se puede negar que ZTE ha acertado en la reinvención de la empresa con la línea Nubia. El diseño, con un botón virtual rojo como denominador común, resulta atractivo, limpio y más manejable de lo que cabría esperar.
Además, con una resolución Full HD y un potente procesador Qualcomm QuadCore a 2,3 Ghz., el X6 parece especialmente diseñado para los amantes de los juegos, que también agradecerán su enorme batería de 4.250 mAh. Eso sí, quienes prefieran un terminal más manejable pero en la misma línea pueden decantarse por el Nubia Z7 de 5,5 pulgadas que incorpora una pantalla 2K.
En cualquier caso, el primero, a 2.999 yuanes (360 euros), sigue siendo una compra más asequible que el segundo, cuyo precio de 3.456 yuanes (435 euros) acaricia ya el segmento de los más caros. En cualquier caso, con la nueva gama Nubia, ZTE está consiguiendo despojarse en China de la mala imagen que se había ganado con la producción de teléfonos baratos pero de mala calidad.

 

HUAWEI ASCEND P7

Hemos pensado que sería injusto acabar la lista de los mejores teléfonos chinos sin incluir uno del fabricante que más vende fuera del gigante asiático. El elegido, aunque resulta inferior al resto, es el producto estrella de la marca: el Ascend P7.
Este es el único aparato cuyo procesador baja de los 2 gigahercios -1,8- y cuya memoria RAM se queda en 2GB, pero su diseño es elegante, fino y muy ligero, y cuenta con la ventaja de que en España se puede adquirir con casi todos los operadores y que ofrece un servicio postventa rápido y eficiente.
En China cuesta verlo, pero en otros mercados ha tenido gran acogida y puede ser una alternativa decente para quienes no quieren estrujarse la cabeza tratando de conseguir uno de los otros terminales, cuya compra por internet puede resultar compleja desde nuestro país.
Su precio libre oscila entre los 250 y los 330 euros, dependiendo del vendedor, pero se puede adquirir ligado a operadoras por mucho menos.


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